¿Disponen los municipios y comunas de datos propios para sustentar las decisiones de gestión? ¿Dónde están? ¿Cómo acceder a esos datos? ¿Cómo construirlos? En esta nota te mostramos un ejemplo concreto para intentar responder estas preguntas.
Un planteo recurrente en la planificación de proyectos locales por parte de pequeñas y medianas localidades es cómo sustentar con evidencia las políticas públicas propuestas para solucionar los problemas. Veamos un ejemplo concreto.
En Argentina, todos los municipios aplican algún tipo de tasa o gravamen a las actividades económicas que se desarrollan en sus respectivas jurisdicciones. Esto implica que desde el área que gestiona los recursos del gobierno local (secretaría de hacienda o finanzas o recursos económicos) se cuenta con un registro de todos los contribuyentes. En estos registros es posible contar con al menos el nombre o razón social del comercio o industria, su número de CUIT, fecha de inicio de sus actividades económicas con detalle de las mismas, su posición o situación tributaria y la sede principal donde las desarrolla.
Ya con esa información básica el gobierno local sin costo extra alguno, puede confeccionar un primer informe que dé cuenta, por ejemplo, de la cantidad de comercios e industrias que cuenta la jurisdicción, discriminar según tipo y sector (comercio, industria o servicios), determinando qué tipo de situación tributaria predomina y el sector de la ciudad dónde están ubicados. Esta primera “fotografía” del perfil del sector económico de la localidad resulta sumamente útil para definir la necesidad de contar con un distrito, área o parque industrial, identificando las actividades que es necesario relocalizar porque plantean una convivencia problemática con el entorno residencial, evaluar la capacidad de prestación de servicios de infraestructura dura como gas, red eléctrica y agua, como así también de las infraestructuras blandas -fundamentales e imprescindibles-, como la conectividad y acceso a banda ancha de internet.
Si, además, nuestra gestión promueve actividades participativas y colaborativas con su comunidad, podríamos proponer a las asociaciones de comercio e industria realizar un relevamiento conjunto, para recabar información entre sus miembros sobre el cantidad de empleados de cada organización, detalles sobre el nivel educativo de los mismos, necesidades vinculadas a la formación de sus recursos humanos, capacidades, destrezas y/o habilidades requeridas, como así también ampliar la mirada sobre todas las cadenas de valor buscando detectar debilidades o cuellos de botella a resolver. La mirada global, compartida e integrada nos aproximaría bastante a un diagnóstico general de percepción sobre la situación económica de nuestra localidad y la región.
Información complementaria también accesible y sin costo alguno, podría obtenerse a partir de vincularse con los servicios provinciales de catastro e impuestos entre otros, compartiendo e intercambiando bases de datos, estadísticas, soportes informáticos, etc.
Todos estos datos procesados adecuadamente se pueden convertir en información útil y relevante para construir políticas públicas vinculadas a capacitación y promoción del ecosistema económico de la localidad permitiendo a nuestro gobierno local disponer de evidencia cuando deba gestionar, por ejemplo, la aplicación territorial de programas nacionales y provinciales de empleo, capacitación y estímulo.
Este es sólo uno de los tantos temas en los que desde nuestro municipio o comuna y con nuestra propia información, podríamos procesar datos para conocer mejor lo que está ocurriendo en nuestra localidad. También podríamos hacerlo respecto de relevar las necesidades habitacionales, discriminando propietarios de inquilinos, dotación de lotes disponibles para venta y construcción, desarrollos urbanísticos en marcha, capacidad de ahorro de las personas o familias que aspiran a acceder a una vivienda, etc. Y así con tantos otros temas.
Desde Gestión y Desarrollo nos especializamos en este tema. Contamos con un equipo que puede contribuir a estas acciones. Cómo gestionar la información que está a nuestro alcance, saber leerla y, sobre todo, saber cómo utilizarla para diseñar políticas públicas innovadoras en nuestro territorio.
Laura Boncompagni – Gustavo Daverio