Saltar al contenido

La ciudad filmada. Cine y espacio público

En la historia reciente, son numerosos los ensayos que se han propuesto reflexionar acerca de la relación entre cine y ciudad. Autores como Walter Benjamin en “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica” o Georg Simmel en “La Metrópoli y la Vida Mental”, dan cuenta de múltiples puntos de vista sobre las transformaciones del espacio urbano, y más precisamente sobre la capacidad del cine para representar los nuevos espacios, ritmos y experiencias de las ciudades modernas. Es a partir de los enfoques de la “cinematic urban archaeology” (arqueología urbana cinematográfica), donde surgen los intentos de autores y directores por aproximarse a las respuestas de preguntas tales como las múltiples formas en que los largometrajes reflejan las ilusiones, los mitos, las aspiraciones y las pesadillas de los habitantes de la ciudad. O de qué manera y con qué herramientas los directores de fotografía utilizan el espacio para expresar el carácter y la atmósfera, cómo se seleccionan los interiores y los exteriores, o que estrategia despliegan al iluminar y filmar para comunicar de la mejor manera el entorno cultural. El fenomenal potencial del cine para transmitir mensajes y representaciones simbólicas, está dado en gran medida por la capacidad de reflejar a las personas y situaciones en sus contextos cotidianos de una manera creativa e ingeniosa. La genialidad de los cineastas nos permite también apreciar distintas facetas de una misma ciudad, según sean los atributos que hayan seleccionado. Visiones parciales o fragmentarias, muchas veces nos hacen tener visiones distintas o incluso opuestas de la misma ciudad. Es tan válida la Barcelona de Woody Allen en Vicky Cristina Barcelona (2008), que invita a recorrer la ciudad postal hecha a medida de los turistas, a lo largo de un fin de semana perturbador; como la Biutiful (2010) de Alejandro González Iñárritu, que nos sacude mostrando una periferia deteriorada donde los inmigrantes sobreviven en condiciones de miseria y degradación. En el último tiempo y gracias a la tecnología digital, es posible generar imágenes a través de computadoras, recreando la fisonomía de una ciudad en un momento histórico determinado, resucitando urbes desaparecidas o incluso creando ciudades ficticias, como la Matrix de las hermanas Lilly y Lana Wachowski, o la Bacin City de la película Ciudad del Pecado de Frank Miller. Es por eso, que las ubicaciones seleccionadas muchas veces hablan por sí mismas: los registros de las casas de las personas y cómo son habitadas, los elementos icónicos resaltados por los escenógrafos, y también los edificios públicos, los centros comerciales y de entretenimiento, las ferias y mercados, el transporte público y los espacios públicos de tránsito de personas y tráfico, entre otros. Todo esto construye ciudad y ciudadanía. Las ciudades no son sólo los soportes físicos, sino fundamentalmente el conjunto de relaciones, lazos y vínculos de las personas que la habitan.

Te dejamos algunos títulos para un fin de semana de inspiración viajera:

  1. Viajá a TOKIO: “Lost in Traslation” (2003) – Dir. Sofia Coppola
  2. Enamorate de PARIS: “Amélie” (2001) – Dir. Jean-Pierre Jeunet
  3. Recorré LONDRES: “Match Point” (2005) – Dir. Woody Allen
  4. Vamos a CORTONA y MONTEPULCIANO: “Bajo el sol de la Toscana” (2003) – Dir. Audrey Wells
  5. Despertémonos en MADRID: “Abre los ojos” (1997) – Dir. Alejandro Amenábar
  6. Disfrutemos NUEVA YORK: “Sexo en Nueva York” (2008) – Dir. Michael Patrick King
  7. Soñemos LOS ANGELES: “La La Land” (2016) – Dir. Damien Chazelle
  8. Descubramos BOMBAY: “Quien quiere ser millonario” (2008) – Dir. Danny Boyle

 

GUSTAVO DAVERIO

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *