“Las vacunas funcionan para todos”. Con este lema se conmemora desde hoy y hasta el 30 de abril la Semana Mundial de la Inmunización y tiene por objeto promover la vacunación para proteger contra las enfermedades a personas de todas las edades.
Pese a los logros registrados y que pueden demostrase con estadísticas, es probable que a finales de 2020 no se hayan alcanzado todas las metas para la eliminación de enfermedades ‒en particular el sarampión, la rubéola y el tétanos materno y neonatal. En los dos últimos años se han declarado en todo el mundo múltiples brotes de sarampión, difteria, tos ferina y otras enfermedades prevenibles mediante vacunación.
Ampliar el acceso a la inmunización es crucial para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la reducción de la pobreza y la cobertura sanitaria universal. La inmunización sistemática permite establecer contacto con el sistema de atención de salud al principio de la vida y ofrece a todos los niños la oportunidad de una vida saludable desde el inicio y hasta una edad avanzada.
Además, la inmunización es una estrategia fundamental para lograr otras prioridades sanitarias, como controlar las hepatitis víricas, frenar la resistencia a los antimicrobianos, proporcionar una plataforma para la salud del adolescente y mejorar la atención prenatal y neonatal.
El objetivo principal de la campaña de este año es fomentar una mayor colaboración con respecto a la inmunización en todo el mundo y la importancia de la vacunación en la mejora de la salud y el bienestar de todos, en todo lugar, a lo largo de la vida.
Por ello la Organización Mundial de la Salud se ha propuesto:
• Demostrar el valor de las vacunas para la salud de los niños, las comunidades y la población en general.
• Mostrar que la inmunización sistemática es la base de los sistemas de salud sólidos y resilientes y de la cobertura sanitaria universal.
• Subrayar la necesidad de impulsar los progresos en la inmunización y a la vez abordar deficiencias, especialmente invirtiendo más en vacunas e inmunización.
• Dado que la OMS ha designado 2020 Año Internacional del Personal de Enfermería y de Partería, pondrá de relieve la labor crucial de esos profesionales, que son los primeros impulsores de las vacunas entre los nuevos y futuros progenitores.
Es por ello que las ciudades deben comprometerse de manera responsable y a conciencia en la implementación de una verdadera política sanitaria municipal de prevención, orientado al cuidado y protección a nivel individual y comunitario, como forma de garantizar una mejor calidad de vida de la población.